Encuentro repentino [Privado]

Llego frente al hospital, sonrío al sentir el olor a muerte, relamió sus labios, sabía que encontraría una buena alma para comer, aunque en realidad le daba lo mismo, aun así seria mejor buscar a un humano con el cual hacer un trato y salvarle la vida, así tendría un alma gratis, más bien apetecible, pero al parecer últimamente no encontraba nada interesante, se adentro al edificio mirando a algunos humanos sufrir por enfermedades tan simples, ese lugar le asqueaba pero era divertido, mas al ver algunos llorar cuando recibían la noticia de la muerta de algún familiar, su corazón se llenaba de gozo, que se suponía que tenía que decir o decirles, mas bien no tenía nada que decir, si el era solo un demonio vestido de humano.

Al girarse choco con alguien sorprendiéndose de quien era, debía ser una broma del destino aquel humano que le hacía sentir un tanto extraño, no era bueno y tampoco normal, quería que todo estuviera en orden, se alejo un poco, sabía que ese chico solo le causaría problemas y más que nada odiaba que le hiciera sentirse extraño, para él solo era su juguete, ese maldito humano tenía que desaparecer.

-Que sorpresa-dijo con ironía al ver al chico mientras se cruzaba de brazos, sin intención de dejarle ver un grado de debilidad por él, aquel humano hacía sentirle con la guardia baja algo que tampoco le gustaba.

Le miro atento y solo negó con la cabeza sabía perfectamente que pasaba con el chico había una parte del hospital que no se ocupaba, que estaba siendo usada como bodega allí había una camilla donde llevaba a las enfermeras para sus necesidades, era fácil atraer a las humanas, tomo al chico entre sus brazos y inicio su camina, haciendo que nadie notara ambas presencias era ágil con ello, solo volvió a mirarle, se acerco a aquellos labios pero se alejo de golpe, ¿Qué estaba haciendo?, sonrío un poco al darse cuenta de su estupidez, al llegar al lugar luego de unos largos minutos, le bajo con cuidado y abrió la puerta haciéndolo entrar, luego cerro detrás de sí, le indico la cama y busco una fuente la cual lleno con agua, busco un paño, para sumergirlo en esta, le miro aun parado.

-¿Qué esperas invitación? –le indico que se sentara para poder comenzar a limpiar su rostro y bajar la fiebre, al menos algo sabia del asunto y podría ayudarle un poco, miro hacia la ventana y recordó su hogar, quería volver al bosque lo antes posible, pero a la vez quería estar con aquel humano, que le hacía sentirse bastante bien, más bien cómodo, negó con la cabeza ante su propio pensamiento, el era un demonio y aquel chico solo era su juguete. ¿Lo era verdad?, maldición comenzaba a dudar repentinamente.

Se quedo mirando al chico detenidamente y solo dejo que besara su mejilla le abraza con delicadeza y beso sus mejillas y labios, estaba preocupado por el y sin pensarlo le quito la chaqueta y la playera así la fiebre bajaría un poco mas, acaricio sus costados y solo se quedo allí mirándole detenidamente, no quería hablar ni arruinar el momento, suspiro un poco mas a la vez que le apegaba a su cuerpo al sentirse un idiota, siempre le ah tratado mal y no quería que algo le pasara, si de hecho se estaba enamorando y no podía negarlo, cerro sus ojos como se suponía que tenia que responder o mejor dicho preguntar o decir lo que sentía por el.

-Perdóname…-susurro por lo bajo, sintiendo un poco su corazón algo quebrado, sin pensarlo mucho, se alejo y le recostó con sumo cuidado, se sentó y poso su mano en la frente de este, comenzando a acariciarle con sumo cuidado como si de un niño se tratase, le cerro un poco sus ojos, en espera de que este se sintiera mejor. Se ah portado como un idiota con el y eso era bastante malo ya.