Devil´s Paradise
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.

Unerwartete Begegnung -priv-

2 participantes

Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Manabu Vie Ago 31, 2012 2:42 am

Últimamente pasaba casi todo su tiempo en el mundo humano, de hecho podría decirse que hacía visitas ocasionales al “infierno” puesto que para el, cosas muy divertidas allí no habia. No era el típico demonio que se divertía ocasionando desastres o algo por el estilo, con el tiempo habia aprendido a controlar ese lado desastroso suyo, ahora su entretenimiento más bien estaba en hacer cosas diferentes y con las que se sentía bien. Tenía poco de haber conseguido una especie de trabajo en la biblioteca central, un lugar que le agradaba pues le gustaba leer además de que siempre habia pensado que el olor de los libros era especial y por demás seductor, cualquiera querría leer un libro en ese ambiente tan tranquilo o al menos eso pensaba él.

Salió del lugar donde se quedaba durante su estadía en el mundo humano vestido con un pantalón negro medianamente holgado y con bolsas a los costados de sus piernas justo a la mitad de los muslos, llevaba unas botas que llegaban más o menos a la mitad de su pantorrilla y dentro de las cuales habia metido la parte baja de su pantalón. Portaba una camiseta blanca de manga larga con cuello en forma de “v” y cubriendo esta llevaba un saco en color negro con tres de los cinco botones del mismo abrochados, dejando uno desabrochado tanto en la parte de arriba como en la de abajo.

Sin hacer ninguna parada antes fue directamente hasta la biblioteca, pensando en que aquel día tan solo pasaría un par de horas en el lugar cumpliendo con su sencilla labor. Tal vez tendría que pensar en que hacer luego de salir de la biblioteca ya que para ese día no tenía planeado entretenerse con libro alguno, simplemente con estar rodeado de los mismos se sentiría bien. Entro a la biblioteca tranquilamente observando que parecía no haber mucha gente, de hecho solo habia algunos solitarios estudiantes con la cara metida en sus libros. Se alegraba de prácticamente tener todo el lugar para él. En la “recepción” le fue entregada una pequeña lista de libros para acomodar en una de las más grandes estanterías situadas en el centro de la biblioteca y hasta allí se dirigió a paso calmado, observando algunos de los títulos de los libros, algunas mesas, algunos rostros que con el tiempo le parecían ya algo familiares y finalmente llego al lugar deseado.

Empujo una de las escaleras que se utilizaban para acomodar los libros en las estanterías en los niveles más altos y luego de ello regreso al inicio de la estantería para empujar el carrito de los libros que habían sido tomados de esta. Fue de aquí para allá en la misma acomodando libros desde en el primer nivel de la estantería, así como en los de en medio, dejando los del último nivel hasta el final. Tras una tal vez dos horas acomodando libros no solo en esa estantería si no en otras puesto que la gente no respetaba demasiado el carrito donde dejaban los libros; sino que les regaban por todos lados, finalmente solo quedaban los libros del último nivel de aquel enorme estante. Con su brazo izquierdo tomo todos los libros que pudo, alrededor de 7 u 8 y con la derecha se agarro bien de los escalones de la escalera de madera, subiendo poco a poco con cierto temor de irse a caer.

Dejo los libros arriba de la estantería un poco mal acomodados para irles tomando y leyendo sus títulos y así irles colocando en el último nivel de la misma. Apenas había metido el primer libro y cuando su mano se estiraba a la parte superior de el estante para tomar otro, torpemente golpeo los libros que mal acomodados fueron a caer del otro lado del estante.

Rayos!.-

Exclamo pero aquello no habia sido lo más relevante, después de todo solo tendría que ir a recoger los libros, lo que realmente le preocupaba era ese quejido que habia escuchado al otro lado del estante. Subió rápidamente unos 2 o 3 escalones más en la escalera para poder asomarse desde su lado de la estantería y allí estaba. Un hombre cuyos cabellos que podía apreciar se veían de un tono blanquecino. “un viejito!” pensó y entonces empezó a disculparse.

-Ahm lo lamento… yo… no me fije.-

Dijo teniendo que aguantarse un poco la risa pues de hecho habia sido divertido que con toda una biblioteca enorme al pobre hombre le hubiese tocado que aquellos libros le cayeran encima. Cuando pudo observar bien el rostro ajeno entonces notó que no, no era un viejecito aunque sabría dios que edad tendría. Al observarle con más detalle notó también ese resplandor que aquella persona emanaba; “un ángel” pensó pero sin darle demasiada importancia a aquello, bajo rápidamente de la escalera de madera para dar la vuelta a aquella estantería y recoger los libros que habia tirado además de que planeaba volver a disculparse.
Manabu
Manabu
Demonio

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 31/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Sono Vie Ago 31, 2012 5:40 am

Un rayo de sol, a través de la ventana me había hecho despertar. De no haber sido por el, quizá me hubiese quedado aun mas tarde. No era realmente mi costumbre ello pero por alguna razón me levante tarde, al menos para mi horario diario. Sin embargo no me preocupaba realmente. Reminiscense estaba teniendo unos días demasiado tranquilos y ello daba pauta a que quizá los que estábamos pendientes del sitio llegáramos a confiarnos; cosa que realmente no estaba en mis planes.
Bien, de igual manera era ya casi una tarde tranquila y sin nada que hacer por lo que me levante meditando que haría. Tome una ducha rápida. Con agua fría. No sabía el porque realmente de aquello pero me había apetecido y sirvió a que terminase de despertar por completo. Al salir, me atavié con algunas ropas ligeras para andar en la calle, si, había decidido durante el baño que andaría por las calles al menos hasta que el sol empezase a ocultarse. La pregunta que me atacaba mientras me vestía era a donde iría…y no es que hubiera muchos lugares para ir realmente pero algo encontraría para hacer. Justo terminaba de alistarme cuando al acabar de subir mi pantalón, di un mal paso hacia atrás y mi cuerpo tambaleo hacia un lado, haciéndome chocar contra un mueble algo grande, mismo que se tambaleo apenas un poco, lo suficiente para que de su altura, cayera algo que fue a dar en mi cabeza.
Entrecerré uno de mis ojos por el golpe y contuve una queja mientras que mis ojos iban de inmediato a buscar aquel objeto, que se trataba precisamente de un libro. Aquello me dio una idea, además de una pequeña punzada en la cabeza claro, pero ahora tenia un fin para mi salida. Recorde de inmediato la biblioteca no muy lejos de donde residía. Sin mas, salí de mi hogar para dirigirme al sitio, después de todo, leer era uno de mis pasatiempos favoritos y bien podría pasar ahí hasta que cerrara el lugar. En mi camino pensaba en que tomaría para leer. Realmente no tenía algún favoritismo pero, me agradaba lo fluido y con un buen desarrollo y claro, que me atrapara desde solo leer la contraportada.
Estuve vagando un rato por los diferentes niveles de aquella biblioteca, hasta que finalmente encontré un estante con algunas novelas de diferentes géneros, autores y temáticas. Mis ojos vagaron por los diferentes títulos impresos en los lomos de los libros y de entre todos ellos, hubo un que llamo mi atención. En este, sobre salía la cursiva de las letras y el dorado con el que estaban pintadas, pero había algo mas. Más que el titulo completo había dos palabras que lo mezclaban y me hacían confundirme. “Sleeping Beauty”. Pero este se mezclaba con una palabra que no tenia nada que ver “Rapto” ¿Que hacia un titulo de cuento en una sección de novelas? Aquella intriga me obligo a sacar ese libro y averiguar de qué podría tratarse.
Al sostenerle en mi mano derecha, con la contraportada a mis ojos, empecé a leer con calma la pequeña sinopsis en mi cabeza. “Tras cien años de sueño profundo, la Bella Durmiente abrió los ojos al recibir el beso del príncipe. Se despertó completamente desnuda y sometida en cuerpo y alma a la voluntad de su libertador, el príncipe a la Corona de un reino desconocido para ella, quien argumenta que por haberla liberado de ese sueño maldito a ella y a su reino ahora le pertenece para prestar vasallaje en su reino, ahora el príncipe por ser su dueño por tiempo indefinido, le ordena que de ahora en adelante toda actividad la tendrá que hacer sin prenda alguna; lo cual a la princesa le parece un castigo.” Parpadee algo desconcertado por aquello… bien, ahora estaba seguro de que no se trataba del cuento que recordaba…
Negué con la cabeza y sonreí algo divertido por ese pequeño descubrimiento. En mi mano aun estaba el libro y quizá estaba la incertidumbre de dejarlo o no… Pensaba en ello y me encontraba leyendo una vez mas la reseña solo para confirmarme a mi mismo que realmente eso estaba escrito en aquel libro sin quitar esa sonrisa de mis labios. Justo había decidido que si me había topado con esa lectura, no había en absoluto nada que me prohibiera saciar la peculiar curiosidad que me había provocado desde el titulo, así que bien, lo llevaría conmigo… pero al momento de decidir aquello… como un “deja vu” sentí el golpe de hacia ya un rato de nuevo en mi cabeza. Solté esta vez una pequeña queja, ya que al parecer ese libro había sido aun más grande que el de más temprano y al escuchar aquella lejana voz, mi rostro se dispuso a buscarla. Mire hacia los lados y después darme cuenta de mi distracción, ya que si el golpe vino de un libro alto entonces había tenido que haber levantado la mirada y si justamente ahí estaba un joven pelinegro que desapareció tras disculparse.
Sin embargo, aquel joven me había alcanzado a mostrar sus profundos ojos. Y esa incomodidad que sentía cada que me topaba con uno se hacia presente. Bueno no podía describirse realmente como incomodidad si no mejor dicho como cierta inquietud. Aquella aura avanzaba tras el estante y yo había optado por ir recogiendo aquellos libros sin darme cuenta que los mezclaba con el que había tomado. Aquella pequeña figura del joven se acercaba a donde yo estaba, seguramente para recoger aquellos libros, justo cuando mi mano levantaba el último de ellos.
-Deberías tener más cuidado pequeño….-
Murmure a la vez que le tendía los libros, acompañados de una ligera sonrisa transversal que adornaba mis labios.
-Vaya, parece que últimamente resulto ser un iman para los golpes con libros y para encontrarme con pequeños demonios…-
Mencione al aire y ladee mi rostro observando el ajeno. Había visto muchos demonios si, pero hasta ahora este era el segundo rostro mas hermoso en un demonio con el que me topaba.

Sono
Sono
Ángel

Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 24/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Manabu Vie Ago 31, 2012 6:32 am

Se habia acercado ya lo suficiente a aquel “hombre” e inmediatamente al verle recoger los libros se agacho rápidamente para ayudarle mientras hacía aquello que habia planeado desde que se habia bajado de aquella escalera de madera.

-De verdad lo lamento…-

Dijo en un susurro tras escuchar aquello que le habia murmurado el otro, bien… no se veía enfadado, todo lo contrario; sonreía y en ese momento le hizo pensar que era una persona algo extraña ya que tal vez otro en su lugar se habría quejado de su torpeza de manera algo mas…”insistente”. Tomo los libros que el contrario le ofrecía y los acomodo a manera de que solo tuviese que usar su brazo izquierdo para sostenerles.

-Supongo que podría llamar a eso mala suerte…-

Dijo luego de escuchar el comentario del otro mientras que lentamente se iba levantando, cuidando el no tirar nada más de lo que ya habia tirado. No comento nada acerca de la estirpe de ambos, para el aquello era lo menos relevante aunque lo tenía bien presente pues no es que debiera cuidar su comportamiento por miedo o algo por estilo, es que simplemente no le gustaban los problemas. Sintió el peso de los libros en su brazo por lo que inmediatamente dedujo que un golpe de alguno de ellos sería algo doloroso y bueno realmente no sabía si solo le habia golpeado uno ni tampoco tenía conocimiento de donde ya que habia ciertas partes del cuerpo donde un golpe causaba más dolor que en otras. Se sintió un poco mal por su descuido así que sin más decidió preguntar.

-¿Se encuentra bien? ¿No se ha lastimado?.-

Hizo una pequeña pausa y luego no pudo evitar soltar una leve risa que trato de disimular con su mano libre.

-En verdad no pensé que habría alguien tan desafortunado como para que con una biblioteca tan enorme a disposición… fuera a terminar justo debajo de estos libros…-

Tras su comentario se detuvo unos instantes a mirar al otro con detenimiento, ciertamente sus ropas eran un poco extrañas, la verdad es que si le hubiera encontrado en la calle seguramente se habría volteado a mirarle más por su vestimenta que por cualquier otra cosa. Aquello le daba un aire juvenil aunque la complexión de su cuerpo e incluso su rostro, no es que le hiciera parecer muy mayor pero se alcanzaba a percibir que era un hombre de cierta edad. El color de sus cabellos también era bastante llamativo, empezaba a creer que al ángel le gustaba aquello aunque bueno apenas le conocía no podía hacer deducciones como aquellas sin conocerle realmente. Su mirada se detuvo en el cuello ajeno, observando esa pequeña montañita en el mismo que bien sabía lo que era aunque le parecía algo extraño ver esa “característica” tan marcada en un hombre. Su mirada continúo observando con escrutinio al contrario, deteniéndose en los labios ajenos unos instantes antes de delinear la nariz ajena y terminar por clavarse sobre los ojos del más alto.

No pretendía parecer demasiado observador o más bien demasiado obsesivo con los detalles así que se obligo a sí mismo a reaccionar dejando de admirar con tanto detalle la notable belleza del otro, pero bueno después de todo era un ser de luz y ya habia conocido muchos como él, todos tan bellos y resplandecientes y aun así seguía sorprendiéndose. Parpadeo un par de veces rápidamente para salir de su ensimismamiento y llevo su mano derecha a rascar la ceja de ese mismo lado y a acomodar su cabello a manera de un pequeño gesto de nerviosismo. Entonces se dio cuenta de que su trabajo no solo consistía en acomodar los libros, sino también en atender a las personas que no supieran donde encontrar algún título o algo por estilo.

-Oh, si ehm ¿hay algo en particular que esté buscando?-

Pregunto aun usando un tono bajo mientras optaba por acercarse a una mesa, a unos cuantos pasos de ambos para poder depositar brevemente los libros allí ya que su brazo se habia cansado un poco y si pretendía ayudar al otro en lo que pudiese aquello podría ser un tanto incomodo con el peso de esos libros en su brazo.
Manabu
Manabu
Demonio

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 31/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Sono Vie Ago 31, 2012 1:25 pm

Con mi mano libre, había negado haciendo un ligero ademan ante su disculpa.
-No importa…-
Dije con voz apacible y deje los libros en las manos ajenas. Enseguida de ello, aquel joven pelinegro se quedo con mi completa atención logrando que por sus palabras una ligera risa saliera de entre mis labios.
-Ya lo creo que mala. Aunque bien, parece haberse calmado ya oh quizá ahora tendría mas libros atacando mi cabeza…-
Levante una de mis manos al tiempo que comentaba y la lleve hacia mi nuca aunque posándola un poco más arriba de esa zona, en donde comencé a masajear con tranquilidad. Realmente no dolía más y es que el golpe había sido repentino más no doloroso en si; más que nada el choque me había hecho desconcertarme y había dejado unas huellas de incomodidad. En aquel momento agradecía mi capacidad para suprimir el dolor rápidamente ya que de haberse tratado de una persona normal; probablemente estaría irritada por el dolor.
-Estoy bien descuida, solo es el resentimiento fuera de eso, no ha pasado nada.-
Asegure sin deshacer mi sonrisa y así como el pequeño pelinegro hacia me dedique a usar ese breve momento de silencio para observarle. Como había mencionado, era el segundo demonio de corta edad, al menos basándome en su apariencia, con el que me topaba y este era un poco mas peculiar en lo que apariencia se refiere.
-Es verdad. Supongo que fue de esas veces que estas en el lugar y momento apropiados; aunque no siempre sean para beneficio…-
Obviamente, los rasgos andróginos eran muy comunes en ambas razas pero este, al parecer se había desviado un poco de raza ya que de no ser por esas características pupilas de los demonios; tan profundas, con ese intenso color que te envolvía, en este caso ese azul cobalto tan llamativo, no aun con ellas, mejor dicho, de no tener esa aura podría pasar por uno de los ángeles mas agraciados.
Por mi parte, permanecía quieto ante aquella minuciosa revisión de mi persona y deje que solamente él fuera quien rompiera tanto esta como el silencio que invadía nuestro entorno y finalmente mis ojos avanzaron hacia la mesa, siguiéndole.
-En realidad no buscaba nada en específico. Solo quería leer un rato para pasar la tarde…-
Mencione mientras me daba paso a avanzar hacia la mesa también y con una de mis manos, tome una silla cercana a donde había dejado los libros. La coloque frente a ese sitio y seguí por sentarme.
-¿Y tu pequeño?...-
Comencé a decir mientras me daba la libertad de ir tomando cada libro que había dejado sobre la mesa para leer rápidamente su reseña y luego dejarlo de lado, llevándoles a ser apilados por mi propia mano poco a poco.
-¿Qué es lo que haces por este lugar? Digo, si es que no es mucho indagar claro, eres libre de no contarme, pero es que a despertado mi curiosidad el encontrarme con un joven demonio ¿Trabajando aquí?
Le interrogue y finalmente mi mano había llegado a tomar aquel libro inicial que llamo mi atención. Leí de nueva cuenta la reseña y le deje en mi mano mientras levantaba la vista hacia el pelinegro esperando cualquier detalle que gustase darme para salir de mi curiosidad.

Sono
Sono
Ángel

Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 24/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Manabu Sáb Sep 01, 2012 3:15 am

Se recargo en el borde de la mesa donde habia dejado los libros; esto sin llegar a sentarse sobre ella y tuvo que ladear un poco su rostro para poder observar al contrario, escuchando con interés la contestación del mayor. Recargo una de sus manos a uno de sus costados, también sobre el borde de la mesa para juguetear levemente con las yemas de sus dedos sobre la lisa superficie de la madera que conformaba la misma.

-Ya veo…-

Susurro más para sí mismo que para el contrario y se distrajo un poco observando las acciones del otro aunque no por ello dejando de prestar atención a lo que el mismo decía pues por cortesía habia aprendido a que no se ignoraba a la gente cuando se tomaban la molestia de dirigirte la palabra. Sus ojos se paseaban detenidamente por las manos ajenas, las cuales en principio había pasado por alto y no les habia analizado adecuadamente. Tenía como pretexto para no resultar tan obvio, el que el otro tomara aquellos libros que habia dejado apilados sobre la mesa, ya que bueno su trabajo era básicamente vigilar los libros, acomodarlos y asegurarse de que las personas allí hiciesen un buen uso de los mismos.

Aunque después de todo, los libros no era en lo que se concentraba pero era como su… coartada?, criminalmente hablando aunque no estaba matando a nadie. Ese pensamiento le hizo sonreír aunque como siempre acostumbraba hacer, disimulo la misma haciéndole pasar desapercibida. Sus ojos se habían quedado clavados sobre esas manos que sostenían los libros uno a uno mientras estas le permitían a su dueño apreciar los libros y leer las contraportadas de los mismos. La piel de aquellas manos era blanquecina, podría decirse que lucían un poco pálidas pero a su ver soltaban cierto “resplandor” que les hacía verse bonitas. Desde su lugar podía imaginarse que la piel de sus manos sería tersa y cálida. Sus dedos eran algo largos, estilizados; delgados de una manera que no les hacía ver esqueléticos y esa pintura que llevaba en sus uñas resaltaba por demás el color de su blanquecina piel aunque aquello no les hacía ver mal, contrario a ello se veían mucho más llamativas.

No veía claramente el dorso de sus manos, tal vez entre vistazo y vistazo tuviera una imagen de los mismos y en varias ocasiones, entre los movimientos de las mismas habia notado que algunas de las venas de estas, resaltaban, remarcando un poco que ya no era una persona tan joven. Se habia vuelto a embobar y todo era por esa manía, fetiche y demás que tenia con las manos. Ya que tenía un enorme gusto por la música, aquello era algo que le llamaba mucho la atención de las personas, en especial porque las manos… eran vitales para aquella doctrina. Pero en fin, ya no era momento de seguir pensando en ello en silencio y dejando que el tiempo transcurriera sin contestar aquella pregunta que el otro le habia hecho. Si, puede que estuviera un poco perdido en sus pensamientos pero habia escuchado bien al otro y durante esos segundos que se habia embobado con ese pequeño “detalle” en el contrario, también se habia tomado el tiempo suficiente para pensar en su respuesta.

-Pues… hago eso… trabajar aquí…-

Bajo la mirada observando el suelo de madera, pensando en que aquel material le encantaba aunque por otro lado tenía sus razones para sentir un poco de desagrado por el mismo. Estaba consciente de que no habia sido muy especifico con su respuesta pero la clave estaba en que aun no habia terminado de responder, aquello solo era… el principio. Se alejo de aquella mesa para acercarse al enorme estante frente a ellos, donde se veían los títulos de diversas novelas, seguramente muy interesantes. Se detuvo frente al estante y estiro una de sus manos para con sus dedos; índice y medio poder acariciar lentamente el lomo de algunos de los libros. Alzo su mano libre en uno de los bolsillos de su pantalón y sin dejar de mirar aquellos libros que dejaban a la vista sus títulos; los cuales esperaban ansiosos llamar la atención de alguien… Volvió a hablar.

-Bueno debo admitir que no entiendo su curiosidad…-

Dijo con un tono calmado, dispuesto a saciar esa curiosidad del contrario aunque no se molestaría en ocultar sus propias inquietudes.

-La verdad es que mi estirpe no impone actitudes o actividades especiales para nosotros y en vista de ello y de la libertad que se nos da… Me he inclinado, como los demás, a hacer lo que me place y disfruto…-

En ese momento noto que uno de los libros estaba “volteado” así que costaba un poco de trabajo leer el titulo del mismo aunque no es que fuese muy difícil pero si tal vez algo incomodo. Saque el mismo para acomodarle de la manera correcta antes de continuar hablando.

-Uhm siempre he tenido cierto gusto por la lectura… aunque no podría decir que esa es completamente la
razón de la que este aquí… El solo olor de los libros me hace sentir mejor así que es otra de las cosas que me tiene aquí y… si le explicara una a una mis razones para trabajar en este lugar creo que… aquí nos atraparía la noche…
-

Pronuncio aquello ultimo entre una tenue sonrisa y luego de ello se giro para observar al contrario, se recargo sobre la estantería y mientras posaba su mirada sobre la del mayor pregunto.

-¿Y que tipo de libros gusta de leer?.-
Manabu
Manabu
Demonio

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 31/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Sono Mar Sep 11, 2012 6:01 pm

-Si, eso veo…-
Dije después de haberme concentrado todo ese tiempo que aunque realmente quizá habían sido escasos segundos pero, el silencio del lugar y el ambiente de este hacían que un segundo pasara largo y lento. Baje la mirada, restándole un poco de atención a sus acciones y recorrí el libro que sostenía en mi mano un par de veces antes de dejarle de nuevo sobre la mesa; al tiempo de aquello, la voz de aquel demonio pelinegro se hizo presente de nuevo, haciéndome girar un poco el rostro atraído por lo suave que era esta. Si debía admitir algo era que me resultaba bastante atrayente aquella pequeña criatura tan absorta en todo lo que hacia, como si cada simple acción necesitara un enorme empeño de concentración para ser realizada y eso ciertamente hacia que mi curiosidad hacia él creciera de poco.
-A veces, ni yo la entiendo pequeño…-
Dije al tiempo que negaba con la cabeza y sonreía con cierta diversión por lo dicho. Nuevamente el menor tenia mi atención y es que, lo que decía era verdad aunque en realidad no estaba del todo atendiendo lo que yo había cuestionado pero aun así era interesante el que me diera sus razones pese a que no atendían mi duda por completo.
-Oh, eso lo tengo claro pequeño. Pero he de aclarar que en ningún momento dije que todos tuvieran la misma personalidad solo llamo mi atención el encontrarme a un demonio justamente aquí. Mi curiosidad se va al hecho del porque elegir este lugar no del porque trabajas en el…-
Me levante de mi sitio, tomando aquel libro dispuesto a regresarlo a su lugar cuando nuevamente las palabras del contrario atendieron mi reciente comentario… bien ahora estaba un poco mas claro para mi y era realmente interesante. Él tan distraído que respondía mis respuestas y yo de momento limitado únicamente a escucharle para entender y saciar esa curiosidad mía.
Avance un par de pasos apenas para acercarme al estante donde él estaba y donde estaba el hueco que había dejado el libro que tome; me disponía a regresarlo. Como había dicho él, si escuchara razones la noche nos toparía en el sitio y si me empeñaba a leer aquel interesante libro realmente terminaría con aquella peculiar conversación cosa que ahora me atraía más que la temática de aquel libro. Baje la mirada, adaptando la altura de mi visión a la suya un poco mas baja y le dedique una apacible sonrisa antes de ubicar de nuevo aquel hueco donde iba el libro el cual se ubicaba ahora, dada la posición del pelinegro, justo sobre su cabeza a solo unos diez centímetro a la derecha. Tendría que acercarme un poco mas para estar delante de ella y esto me llevaría a estar un poco mas cerca de él, pero en ese momento no lo considere y simplemente me acerque a él y eleve mi mano derecha que sostenía el libro hacia ese hueco.
-Pues, no tengo algo en particular. Pero como te darás cuenta soy alguien bastante curioso de alguna manera y siempre aunque no sea consciente, si lo analizo siempre busco libros que me enseñen de cosas que no he visto o experimentado; en resumen, aquellos libros que cumplan su propósito y me enseñen algo nuevo.-
Sin darme cuenta, mientras empujaba el libro, me presione sobre el cuerpo del pequeño haciendo que mi pecho chocara un poco sobre su cuerpo. Mis dedos empujaban el libro por el lomo de este para terminar de acomodarle y solo hasta que aquella tibieza ajena de su cuerpo era recibida por el mío agache un poco el rostro para mirarle atrapado entre mi cuerpo y aquel estante.-
-Ha... Disculpa…-
Dije entre una pequeña risa culpable y me aleje de aquella cálida cercanía solo un poco, dejando que esta se quedara en apenas un paso entre ambos. Mis ojos se quedaron fijos en los suyos y en aquel rostro tan fino y bello que poseía aquel demonio. La piel de sus mejillas parecía la de una de esas muñecas de porcelana tan delicada al tacto que pareciera que con cualquier rose esta se echaría a perder o se rompería y quizá por ello, curioso y distraído en ello sin que me diese cuenta mi mano derecha volvió a levantarse esta vez hacia el rostro del pelinegro. Los dedos de esa mano se fueron cerrando dejando que solo el índice quedara “en pie” y este fue a aquella delicada mejilla del menor.
-Me pregunto si, alguien te ha dicho lo bonito que eres…-
Pensé en voz alta. Y solo me di cuenta cuando la yema de mi dedo se deslizo por aquella suave mejilla hasta su mentón, solo hasta que mi dedo estuvo al alcance de mis ojos me di cuenta de lo que hacia. Rápidamente negué con la cabeza y retire mi dedo de aquel suave y cálido sitio mientras volvía a sonreír un tanto divertido por mi acción.
-Enserio disculpa… me distraje…-
Murmure y opte por guardar mis manos en los bolsillos alejándolas de cualquier otra acción inconsciente mía pero sin desviar la mirada de la ajena esperando cualquier reacción por aquello.
Sono
Sono
Ángel

Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 24/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Manabu Jue Sep 13, 2012 2:09 am

Se quedo recargado en la estantería mientras observaba al ángel acercarse hacía si con ese libro en la mano. No se movió, estaba más concentrado en observar al poseedor de tan seductores labios… Un momento… habia pensado que eran ¿seductores?. Arrugo el entrecejo regañando a sus propios pensamientos, ¿en qué clase de mundo alterno el podía pensar de esa forma? y es que esa palabra parecía encajar a la perfección para describir cualquier aspecto de su acompañante. No, no y no, de nuevo estaba haciéndolo! A decir verdad le pareció ridículo el hacer una escenita mental a si mismo porque después de todo el otro no tendría ni idea de lo que estaba pensando. Eso de cierto modo le hizo relajarse un poco. Luego de aquella breve pelea entre sus pensamientos y su sentido común, se obligo a sí mismo a reaccionar, notando que el ángel estaba demasiado cerca. Levanto la mirada observando como el brazo ajeno se levantaba aunque se distrajo un poco con las palabras del contrario. Nuevamente su mirada estaba posada sobre esos labios que se abrían y cerraban con cada palabra que el otro pronunciaba, ¿acaso aquello era tan interesante? Se pregunto a si mismo aunque la única respuesta que consiguió fue un rotundo “si” sin ninguna clase de explicación que era lo que más le interesaba.

Bajo la mirada porque francamente no podía continuar así, debía desviar su mirada porque ese lado angelical no necesariamente inocente y de hecho que de inocente no tenía nada era más bien relativo a la belleza del otro, llamaba a una parte de si mismo que hacía tiempo mantenía… escondida. Para cuando puso atención a algo más que no fueran sus pensamientos, el calor del pecho ajeno presionaba su cuerpo contra la estantería, sin hacerlo de manera dolorosa realmente y tampoco incomoda pero si de una manera que el llamaría… inapropiada. Se encontraba encogido entre una mueca que reflejaba en entero su desconcierto y distracción, entonces el otro se disculpo devolviéndole su capacidad de hablar como por arte de magia.

-Uhm… n-no… no se preocupe…-

Parpadeo un par de veces rápidamente preguntándose ¿Por qué el titubeo?, no se contesto, prefirió no hacerlo… Cuando el cuerpo ajeno hizo al menos una mínima distancia entre ambos, se enderezo tratando de mantener su vista en algo no tan “provocativo” como su cabello pero… Dios santo! Eso no servía!... entonces empezó a enfadarse consigo mismo, mostraba cierto nivel de descontrol que no era típico en él y aunque sabia la razón, no se permitiría ser honesto ni consigo mismo. Cuando ese dedo toco su mejilla se sorprendió, rara vez permitía a los demás tocarle, el era de esas personas especiales que pensaban que cada roce, cada contacto con otra persona debía ser especial pero no le habia molestado en absoluto ser tocado por el otro.

Si bien el dedo ajeno no causo reacción alguna, demasiado notoria, las palabras seguidas a dicho contacto provocaron que sus mejillas se tiñeran de un tenue rosado mientras la palabra bonito resonaba en sus oídos. ¿Habia escuchado bien?¿ En verdad el más alto le consideraba bonito?¿Por qué rayos le emocionaba tanto la idea?! De acuerdo aquello le estaba siendo tremendamente extraño. Sus ojos se mantenía observando el rostro ajeno y en la mirada del mayor se notaba cierta distracción pero no dio demasiada importancia a ello, prefirió aprovechar ese tiempo para ¿Disfrutar? De esa prolongada caricia. Curiosamente sus ojos se detuvieron en los labios del contrario, a penas entreabiertos, quietos con tan solo ligeros movimientos apenas perceptibles pero seductores, a cada segundo parecían hacer más tentadora la invitación a probarles.

Sin pensarlo, sin si quiera creerlo se separo de la estantería volviendo a acortar esa distancia que el otro habia formado mientras sentía aquel dedo retirarse de su piel y escuchaba algo que realmente no habia alcanzado a entender. Completamente hipnotizado levanto su mano derecha colocándola completamente abierta sobre el pecho ajeno y le fue deslizando por el mismo hasta el cuello del contrario, deteniéndose cuando sus 4 dedos estuvieron en parte de la mejilla y cuello y su pulgar justo sobre su mentón. Con la yema de su pulgar acaricio el carnoso labio inferior del ángel, yendo de un extremo a otro antes de empezar a acercar su rostro al del contrario, con lentitud y de manera tortuosa, como quien está a punto de tomar algo prohibido. Aceptando aquella invitación que tan provocativos labios hacían, finalmente cuando el cálido aliento del más alto choco contra sus propios labios… no les unió, sino mas bien ataco los labios del mayor aunque no por ello lo hizo de manera brusca, contrario a ello lo hizo suavemente acoplando aquellos labios a los propios y frotándoles entre sí con delicadeza; como si los labios ajenos pudiesen llegar a romperse con cualquier brusco movimiento. No pidió permiso, aunque pensase que era lo correcto sino que uso su lengua para entreabrir esos labios, en el “camino” a su cometido, probando del sabor de la piel que cubría aquellos rosados labios. Eran suaves y húmedos, calurosos y envolventes. Podía describirles de muchas maneras, todas ellas indicaban algo bueno y similar. La suave y escurridiza lengua del contrario finalmente fue encontrada por la propia, pequeñas caricias se dedico a dar la lengua del más joven sobre la del mayor esto claro antes de empezar a vagar dentro de la boca ajena. Aquella mano que no se habia despegado del rostro ajeno se deslizaba para enroscarse en la nuca del contrario y sus dedos se disponían a jugar con el cabello cercano a esa zona mientras las salivas de ambos se mesclaban en sus bocas. Por pura curiosidad corto suavemente ese breve beso e inmediatamente de ello dejo que sus dientes tomaran entre los mismos el labio inferior del más alto mordiéndole suavemente y tirando del mismo antes de desear juntar ambos labios nuevamente y entonces… Reacciono.

La mirada inquisitiva del mayor le saco de su imaginación y le devolvió a la realidad. Esos ojos le miraban como si estuviesen esperando algo pero seguir en esa posición era más de lo que él podía aguantar. Su mirada se entrecerró y en ella un toque de recelo apareció, no, definitivamente esa mirada no era para el otro, era para si mismo pero si el otro se daba cuenta de ello necesitaría explicación, cosa que no estaba dispuesto a dar pero tampoco estaría convencido de negarla. Se relajo un poco, abrió los labios para decir algo pero no tenía nada que decir, la imagen de aquel beso imaginario aun rondaba en su cabeza y también esos sentimientos de enfado consigo mismo.

La mirada del mayor aun estaba sobre la propia por lo que en cierto momento llego a pensar que de seguir bajo esa penetrante mirada terminaría con tal color en el rostro que su pálida piel al teñirse le haría asemejarse a una manzana. Desvió la mirada y se deslizo por uno de sus costados alejándose del más alto para encaminarse hacia la mesa donde habia dejado los libros. Aprovecho ese breve momento en que el otro seguiría de espaldas a él para llevar sus manos a tallar sus mejillas creyendo que con ello podría desvanecer el rosado en sus mejillas tan contrastante con el níveo de su piel. Al llegar a la mesa tomo los libros que anteriormente habia dejado en la misma y se giro para mirar al ángel con cierto nerviosismo. Su labio inferior habia empezado a temblar ligeramente por lo que mordía este con continuidad tratando de disimular esos pequeños temblores en su labio.

-Yo… uhm…-

La palabra bonito retumbo nuevamente en su cabeza al observar los claros y hermosos ojos de aquel ser de luz. Su distracción habia sido tal que al empezar a hablar inmediatamente habia olvidado aquello que planeaba decir, pero basto con alejar la mirada de la ajena y dirigirla hacia los libros en sus brazos para recordar.

-Oh si, ehm yo debo acomodar estos libros… si necesita algo… estaré del otro lado de la estantería…-

Dijo amablemente antes de hacer una pequeña reverencia y encaminarse al otro lado de la estantería, donde una vez que estuvo allí volvió a subir en la escalera con esos libros en su brazo hasta la parte más alta de la misma, soltando un prolongado suspiro mientras se dedicaba a acomodar aquellos libros en los huecos correspondientes. Preguntándose muy seriamente ¿Qué habia sido todo aquello?.
Manabu
Manabu
Demonio

Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 31/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Sono Sáb Oct 13, 2012 3:24 am

El silencio se había apoderado nuevamente del ambiente sin embargo no me sorprendía. Estaba casi seguro que le había incomodado y por ello el pequeño demonio se había quedado sin decir una palabra pero aquel silencio era peor que un reclamo ya que me ponían en la incertidumbre de si ser yo quien acabara con aquel silencio oh dejar que él dijera algo referente a lo sucedido. Era obvio que en esas situaciones uno ve los pros y contras de ellas. “Lo que hice fue un atrevimiento” “Fue solo un rose, no fue para tanto” “Si estuviera molesto ya hubiera dicho algo” “Pero eso no quiere decir que le haya gustado, quizá le hice sentir mas que incomodo”.
Todo ello se acumulaba en mi cabeza y me hacia mover los dedos un tanto ansioso dentro de los bolsillos de mi pantalón. Aun así, no dejaba de mirarle; mis ojos estaban posados en los suyos ciertamente en espera de alguna reclamación ya que en verdad no esperaba un solo “No importa” o “Descuide” no, estaba algo seguro de que el demonio reaccionaria diferente a ello pero basto con el transcurrir de los segundos para que esta idea fuera desmentida por sus acciones. Sin quererlo, ladee un poco el rostro y entonces, mis ojos pudieron vislumbrar el sonrosado acumulamiento de sangre en sus pálidas mejillas.
Eso, eso había bastado para darme a entender el porque de su silencio. Sin decir nada le seguí con la mirada al alejarse y entonces pude sonreír con algo de terneza por aquel comportamiento del pelinegro. Finalmente cuando estuvo de espaldas a mi, agache la cabeza al tiempo que negaba con ella y me pregunte que era lo que hacía aquel ser tan tierno dentro de aquella oscura estirpe. Para mí, los demonios, al menos los que había conocido antes de los únicos dos con los que había intercambiado más de una silaba, eran despiadados, crueles e inconscientes de cualquier sentimiento posible. Uno puede hacerse a la idea de que todo es igual si siempre ve una cosa hacer lo mismo. Si durante toda tu vida vez únicamente manzanas rojas entonces pensaras que todas son así, pero solo hasta que aparecen las demás te das cuenta que no solo hay colores si no formas diferentes y eso aplica también para las personas.
Me gire lentamente sobre mi eje sin sacar las manos de los bolsillos para ver nuevamente a aquel enternecedor demonio. Al mismo tiempo de ello, mis ojos se encontraron nuevamente con aquellos orbes cobalto y aunque estaba seguro que había una oración en mi cabeza para ser mencionada; cuando sus pupilas encontraron las mías Le dedique una pequeña sonrisa aun con el dejo de culpabilidad por lo anterior ocurrido y con algo de extrañeza le seguí con la mirada nuevamente al alejarse.
-De acuerdo…-
¿A que venia esa respuesta? Como después de lo anterior me atrevía a dejarle simplemente alejarse de aquella manera quizá algo indiferente cuando quizá lo había puesto en una situación incomodo y es que no solo tenia en cuenta el hecho de haberle tocado de aquella manera tan confianzuda si no que no me había puesto a pensar que quizá para él representaba en extremo incomodo que alguien de mi linaje le tocase; eso hacia aun mas difíciles las cosas. Suspire por aquella respuesta que ahora consideraba tonta de mi parte y refunfuñando en mis adentros por aquello me senté en aquella silla nuevamente.
Pos un momento solo me queda viendo los libros dispersos en aquel sitio y en ocasiones daba breves vistazos a mis espaldas como si de alguna manera esperara que aquel pequeño demonio volviera a hacer su aparición, obviamente sin que esto llegara a ocurrir. Estire mi mano como un movimiento ya por mera inercia de hacer algo y tome el primer libro que vieron mis ojos, un diccionario. Observe la pasta dura, verde oscura con la que estaba forrado y los adornos dorados que le daban un poco mas de atractivo para ser un diccionario. No sabía el porque de ello pero abrí aquel grueso libre y entonces me puse a buscar palabras que se venían a la cabeza para con aquella pequeña situación en la que estaba. Leí los significados de palabras como: demonio, curiosidad, tacto, caricia… y todas acababan con significados vacios. Obviamente la persona que había escrito aquello o que se había encargado de darle palabras al significado de la palabra “tacto” o “caricia” no sabía más que formular una oración con palabras confusas para describirlo. Pero yo en ese momento pensaba que sabía bien su significado ¿Qué era una caricia o el querer tocar a alguien si no la simple curiosidad del cuerpo por tocar a un similar con el deseo de descubrir que había en aquel ser?
Negué con la cabeza y deje caer aquel libro de mis manos dejando que sus vacios significados para con palabras que realmente no podían ser explicadas con palabras. Uno no va encontrando la respuesta para con ese tipo de cosas en los libros, esa era la verdad. Los libros pueden enseñarnos tantas cosas pero solo sobre lo que el hombre ha visto o tocado; pero no tienen las palabras adecuadas para dar el significado tan profundo que posee una simple palabra como “deseo” o “caricia” eso solo lo entendía por completo el ser humano al vivirlo en carne propia.
Me levante de mi sitio. Habría pasado algunos diez minutos cuando mucho y entonces seguí los pasos que había dado el demonio. Ni siquiera me puse a pensar en la posibilidad de que ya se hubiera ido pero para mi fortuna aun se encontraba del otro lado de aquellos anaqueles llenos de libros.
-Hey, bonito….-
Le llame en un susurro he hice un pequeño ademán con la mano en señal de despedida…
-He perdido las ganas de leer por ahora… así que me retiro de aquí…-
Le informe al pequeño demonio. Realmente no tenia el porque rendirle cuenta de mi partida sin embargo me sentía en cierta manera curioso para con aquel pequeño pelinegro que había conocido por ello como si en aquel breve momento de intercambiar algunas oraciones se hubiera formado una breve amistad al menos me veía en la necesidad de informarle de mi partida.
-Me gustaría charlar un rato más, aunque no quiero distraerte de tu trabajo. Pero si aceptas, esperare afuera a que termines. Te invito a una cafetería cercana, como una disculpa y como un agradecimiento para tu cordial atención para conmigo…-
Le dedique un pequeño guiño y además de ello una pequeña sonrisa ladeada. Por alguna razón no espere a su respuesta. Lo daba por hecho al parecer pero es que tampoco veía motivos para que el pelinegro se negase; así que me di la vuelta para encaminarme a fuera de aquel sitio. Avance con calma por el lugar, recorriendo los mismos pasillos que cuando había llegado y finalmente al salir de aquella biblioteca me recargue en un costado del marco de su enorme puerta. Flexione mi pierna izquierda, lo suficiente para que mi pie se apoyara en la pared y mientras mantenía las manos en los bolsillos de mi pantalón, deje mi espalda pegada al concreto de la edificación a esperarle.
Sono
Sono
Ángel

Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 24/07/2012

Volver arriba Ir abajo

Unerwartete Begegnung -priv- Empty Re: Unerwartete Begegnung -priv-

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.