The fear itself [Libre]

"Con pasos tras pasos haciendo eco contra las paredes del lugar, se sentía el sigiloso andar de una persona, que recorría los pasillos, pasando sus uñas por las paredes y arrastrándolas incluso sobre las puertas de madera que custodiaban a los pequeños habitantes del lugar, una sonrisa macabra retumbaba en los oídos del pequeño que aun no conciliaba el sueño, cubierto por sus mantas y con la mirada terrorífica perdida entra la tela de esta, buscando en el tramado algo con lo que distraerse, mientras esos pasos se acercaban cada vez mas...y mas, la respiración se agitaba en el pequeño, mientras los ruidos se hacían mas presentes e insistentes..."

La entretenida lectura del pequeño en aquel peculiar y solitario lugar de aquella biblioteca, se vio interrumpida por un ruido detrás de una puerta que se mostraba a lo lejos, apenas el brillo del picaporte entre las penumbras, giro la vista hacia esta mirando con algo de insistencia para luego regresarla al libro, no iba ni por la mitad del mismo y este ya jugaba con su mente, continuo la lectura intentando olvidad aquel ruido, pero este insistió en regresar, haciendo al rubio levantarse del asiento y caminar hacia la puerta , pero un sombra hizo que sus pasos se refrenaran, se escondió detrás de una de los libreros, para notar como una persona seguía su camino con tranquilidad, pestañeo un tanto y se quedo pensando en lo que había visto.-

Mas luego de unos segundos de duda, camino hacia el banquillo donde se encontraba sentado con anterioridad, cogió el libro que se encontraba sobre el mismo y se encamino en busca de lo que sería aquello, pensando en lo que había leído con antelación, y recordando algunas cosas del mismo, paso por al lado de aquella puerta a pudo escuchar el seco ruido de algo cayendo, regreso sobre sus pasos hasta quedar frente a esta y luego de mirarla unos segundos, llevo su mano con lentitud hasta el picaporte girándolo, provocando un tenue sonido, empujo la puerta y pudo observar unas escaleras que llevaban hacia la oscuridad del lugar.-

Sus pensamientos regresaron a lo que había leído con anterioridad, y si lo que estaba pasando era igual al libro, el corría con desventaja, pues no había hojeado el final, mas sus dudas no fueron impedimento para que sus pies se movieran por inercia bajando lentamente cada escalón, mientras con su mano desocupada sostenía el barandal para no caer, hasta llegar a suelo firme, miro a su alrededor intentando agudizar la vista y divisar alguna luz o a lo que hubiera provocado el sonido en ese lugar, camino algunos pasos hasta que sus pies se vieron interrumpidos por lo que parecía, y al caer sobre el, se sentía, un viejo sofá, ajusto un tanto su miradas, parecía que el alrededor estaba rodeado por libreros, tal vez una parte vieja de la biblioteca, donde guardaban los tomos que ya no se usaban o aquellos que se encontraban demasiado ajados.-

Una sonrisa invadió el rostro del pequeño, dado la tranquilidad que se percibía, pero a su vez, la presencia de algo le era imposible de ignorar le inquietaba y le erizaba un tanto el cabello, miro a su alrededor, mientras sus manos paseaban por la superficie de la tela del sillón donde había caído, deteniéndose solo cuando un ardor invadió su dedo, levanto la mano y la observo mas de cerca, notando algo de sangre.-...una astilla...-susurro apenas, chupando su dedo.-

Su pecho se oprimió al instante en que escuchaba su voz y sentía el agarre en su muñeca, la cual reboto levemente en un intento por apartarse y esa orden natural de su cuerpo de quedarse quieto, era como si algo lo aprisionara con fuerza y hasta lo asfixiara lentamente, sus pupilas se dilataron y un extraño aroma invadió su nariz, sintiendo como lentamente esa sensación de pesar se disipaba de a poco y su cabeza atinaba a ladearse un tanto, observando por encima de su hombro de soslayo al dueño de aquellas palabras y acciones. Se había quedado mudo, sus labios vacilaron en decir palabra alguna, mas frunció un tanto el entrecejo al sentir como los dientes ajenos apresaban su dedo y hacían que ardiera aun mas la herida, pero quizás aquello no era lo que mas le preocupaba, sino esos ojos rojos que se posaban sobre si y que le helaban la sangre y le inquietaban pero a la vez le atraían de igual manera.-

Mascullo por lo bajo, seguramente, sin duda alguna, sin necesidad de presentaciones o de preguntas, aquello tan sigilosamente ubicado a sus espaldas no era otra cosa que un demonio, años de no ver a uno, mas bien, no recordaba haber visto nunca uno con aquella mirada, tal vez porque estaba acostumbrado a los de su especia, aunque no abundaban demasiados en ese nuevo mundo, pero siempre los había de aquellos que, como sus progenitores, caían en el tabú de lo prohibido, lo injurioso, y era sabido que, al menos por parte de aquellos seres celestiales, entre mas prohibido, mas llamativo resultaba y no era algo fuera del conocimiento de los astutos demonios que aprovechaban aquello y terminaban atrapados en su propio juego. Maldecía tener parte de esos dos seres, pues lo hacía sentir incomodo en presencia de cualquiera de ellos.-

Logro desviar un tanto la mirada y apartar un poco su mano, en ese diminuto instante en que el demonio se ocupo de apartar aquella astilla de su propia boca, relajando mas sus músculos y buscando distenderse ¿Qué podía temer? También poseía lo suyo de aquella raza.- Se ha topado con el peor de los engendros.-comento, con un ligero tono de diversión.- Tenga cuidado, hasta podría ser veneno mi sangre, aun no esta comprobado, sería una pena, demonio con tan bellos ojos carmín.-por momento lograba sentirse tan bipolar, entre el miedo y la osadía, el bien y el mal, lo que era correcto, lo que no y todo ese blablablá que ya se sabía y se cansaban de repetir y repetir, no solo los humanos que habían tenido contacto con alguno de estos seres, sino también los adultos de su raza, algo que poco interesaba, de que lado estar, estaba en el centro sin duda, a veces mas de un lado que del otro.-

Ladeo un tanto su cabeza para alejar su mejilla del rostro ajeno y sonrió un tanto, intentando disimular cualquier clase de molestia que aquello pudo causar.- Supongo que gracias de igual forma por quitarme aquella astilla, y enseñarme un método mejor que solo chuparme la herida.-comento, haciendo alusión al comentario dicho en un comienzo por el pelinegro y soltó una pequeña risa.- Nada le asegura sea alguien interesante…-le observo de soslayo, sintiendo nuevamente el frío recorrer su cuerpo ante la mirada ajena. Contrajo el brazo, apartando el agarre del contrario, sintiendo el miedo invadirlo nuevamente, observando hacia donde se encontraban aquellos viejos libreros llenos de polvo, busco cualquier cosa con la cual distraerse y no mirar sus ojos, sentir su aliento, su voz, su piel, cualquier cosa de aquel ser, al menos hasta que se le pasara el escalofrío molesto.-

Pues, lo que hace cualquiera en una biblioteca, y lo que hace cualquiera cuando algo llama su atención…seguía algo que había llamado la mía.-comento, sonando mas confiado en si mismo, levantándose de aquel sillón, sacudiendo un tanto su ropa, para avanzar hacia aquellos estantes, sirviendo de excusa para alejarse del contrario, aunque se debatiera entre quedarse en su sitio y continuar con su acción, los estragos con los que siempre lucharía al tratarse de un hibrido, cual no había pasado tiempo al lado de aquellos seres, cual se encontraba desacostumbrado a la presencia, tanto de ángeles completos, como de demonios de las mismas condiciones.- Y ahora, me permito regresarle la pregunta, cuénteme, interesante criatura ¿Que vino a hacer aquí abajo?.-se giro, buscando donde se encontraba el pelinegro, mas bien, donde los ojos de este se posaban, para esquivarlos.-

Me reservo mis dudas.-comento en alusión al veneno, sin duda un ser de semejante aura aplastante, que hacía difícil el estar en la misma habitación y era algo seguro, que el estar allí sin sentir que la piel se le erizaba a cada instante, se lo debía a los genes de demonio que cruzaban por sus venas, no era alguien a quien un simple veneno hiciera mucho efecto, pero si bien no había pasado mucho tiempo con ninguna de las dos partes, sabía bien de una debilidad que afectaba a ambos bandos por igual, una lenta, pero efectiva arma contra aquellos.- No creo que ese nivel se deba mucho a mi.-mascullo entre dientes, hibrido, así le había llamado de momento y eso tal vez era todo lo que poseía de interés para un ser como aquel que se presentaba frente a si.-

“Permiso”.Enarco una de sus cejas, observando de manera fija esta vez el rostro ajeno, se debatió internamente entre soltar una fuerte carcajada por lo que este le decía, pero solo frunció un tanto los labios, evitando aquello se le escapara, rondando apenas los ojos, además de que algo en su interior le impedía hacer cualquier tipo de comentario o acción que le pusiera en peligro ante el autoritario tono ajeno.- Gracias por la aclaración, de más, sé que no somos en nada iguales.-“Para su suerte” quedaba reservado aquel comentario para si mismo, dada las circunstancias y lo que seguramente desencadenaría aquello, se planto de momento frente al contrario, pero una vez mas esa sensación de mareo y asfixia le invadió, haciendo que sus pies se movieran buscando apartarse, sin darse cuenta que obedecía a los pasos del contrario y terminaba por arrinconarse solo en aquel pequeño espacio entre él y el sangre pura.-

Oh…-comento con un tanto de sorna.- Yo-sama…entiendo, entiendo.-afirmo apenas con la cabeza, siguiendo con lo establecido por el demonio, aunque le diera algo de risa y a la vez temor.- Lo sé, así que puede ahorrarse todas las aclaraciones, esas cosas solo las hacen los inseguros que no pueden demostrar con simpleza lo tan “poderosos” que son, y dudo, el gran Yo-sama sea de esas personas.-comento con un ligero tono adulador, frunciendo un tanto el entrecejo luego de esas palabras, tanteando con sus manos el libero con el que había chocado a sus espaldas.- No soy tonto para saber que, eres fuerte y a la vez, seguramente una parte de mi no te simpatice tanto.-dibujo apenas una sonrisa en su rostro la cual se disipo rápidamente al sentir el agarre en una de sus muñecas.-

Formulo un gesto de dolor al sentir la mordida y la succión, tensando sus músculos y jalando su brazo al sentido contrario para que le soltara, logrando solo apartar un tanto su mano de los labios ajenos.- Bien, tengo una pregunta. Además del complejo de superioridad ¿tienes complejo de vampiro o algo así?.-le miro fingiendo verdadera curiosidad por el asunto, empujando con sus otros dedos los labios ajenos para que se apartara.- Suéltame.-comento sin levantar el tono de voz, jalando con fuerza su mano, llegando a liberarse de la mano ajena, fregando un tanto su dedo por sus medias y mirando el mismo, como si el demonio no se encontrara frente a él y tan solo se hubiera quebrado una uña, aunque mirando con insistencia, para notar que apenas un punto rojo se formaba de nuevo en su dedo.-

Y no tengo mas preguntas, ha agotado todas mis opciones al presentarse, cosa que no le pedí.-comento mofándose un tanto de las palabras del mas alto.- Y ya que no tengo mas palabras, la reunión se cancela, un gusto, seguiré con mis actividades, le enviaré una botella de sangre para esa festividad que aun se sigue festejando por aquí….mmmh, navidad, si eso.-afirmo con la cabeza, haciéndose el que pensaba, para luego buscar una brecha entre la estantería y el cuerpo ajeno y así liberarse.-…y algún día puedes contarme el secreto para ser tan alto.-rió un tanto nervioso al no poder sortear al mayor, golpeteando apenas sus pie contra el suelo en espera de que se corriera de delante y sintiendo un leve temblor recorrer su cuerpo, ahora si iba a meditar todo lo que había dicho, maldecirse por dentro y arrepentirse de ser por momentos, en aquellos momentos en los que los nervios le ganaban y reaccionaba sin pensar, tan bocón.-

Una notoria expresión de molestia le invadió al sentir su andar interceptado por el agarre ajeno en su muñeca, haciendo fuera en contraposición, buscando zafarse, evitando ver hacia los ojos ajenos y aquel semblante que seguramente lograrían inquietarlo al instante. Soltó una leve risa por aquellas palabras y negó ligeramente.- Ten por seguro que no volveremos a toparnos.-aclaro, sintiendo su mano temblar al encontrarse liberada del agarre del mayor, notando el dolor de la misma se intensificaba, como una replica que aquel apretón, mas su atención poco se vio atrapada por ello, ya que el dolor que albergo su cuerpo al sentir su cintura aferrada con tanta fuerza, hizo que soltara un ahogado quejido, cerrara con fuerza los ojos y su cuerpo buscara doblarse un tanto y zafarse lo mas posible de los brazos ajenos. Le miro apenas abriendo uno de sus ojos, ciertamente aquel demonio no comprendía que para él no era nadie, el mundo podía ser nadie para él, y al menos le demostrara que realmente se lo merecía, nadie tenía un trato especial de su persona.-

Soltó otro quejido un tanto mas grave al sentir como sonaban algunos de sus huesos ante aquella constricción de los brazos ajenos sin poder contradecir sus palabras, sin poder ser capaz de decir nada, aquellas acciones, un leve empujón y luego, el ardor sobre su mejilla y ese aturdimiento momentáneo, llevando una de sus manos por inercia a aquella zona, sobándose un tanto el golpe recibido, sus ojos divagaron un tanto por el suelo, subiendo sobre la oscura figura ajena, deteniéndose en su rostro, mirándole aun aturdido y trasformando de a poco su expresión en una molesta, completamente ofuscada por lo que había hecho e incrementándose por el agarre a su cabello, le observo y antes de oponer resistencia al agarre, llevo el puño de su blusa hacia su mejilla, limpiando con esta su mejilla donde había pasado su lengua el contrario, con una expresión de asco ante la acción realizada, si bien podía sentirse amedrentado por las acciones y palabras ajenas, ese lado suyo de ángel temeroso, parecía encontrarse bastante encerrado.-

Sus rodillas se aflojaron de repente al sentir el jalón de su cabello, le dolía, pero intentaba su expresión fuera lo menos reveladora de aquel estado posible, no le daría el gusto tan fácil al contrario de alimentar su ego ni aunque aquello le costara la lengua por su irreverente comportamiento para con aquel pura sangre. Soltó una risa escueta ante las palabras ajenas y recargo un tanto sus manos en el suelo, sintiendo la rugosa superficie del mismo enterrándose en sus rodillas, si antes se había preocupado por una astilla, aquello sería aun mas doloroso.- Ya no me interesa el secreto.-mascullo entre dientes, mirándole de soslayo, soltando algún que otro quejido por la manera en que trataba su cabello. Levanto sus manos para atrapar el antebrazo de la mano que sostenía su cabello, haciendo fuerza para que detuviera el movimiento de zarandeo que le aplicaba, enterrando un tanto sus uñas por sobre la tela de su playera, haciendo fuerza con sus rodillas contra el suelo, buscando ponerse de pies nuevamente, irguiéndose, dejando apenas su torso un tanto doblado evitando jalar el mismo de su cabello ante las acciones.-

¿Disculparme? ¿Por qué motivo? acaso he dicho algo que dañara su ego, su excelencia.-comento con cierta sorna en sus palabras.- No soy precisamente alguien que vaya a decir algo solo para contentar a alguien mas, así que si tiene prisa, puede retirarse cuando se le plazca, ni que tuviera tanto poder para evitarle hacer aquello y deba contar con mi consentimiento, permiso o hasta que a mi se me de por decir un ¿Perdón? para irse.-le observo con un deje de diversión en sus ojos.- No diré nada para complacerlo, si realmente crees que he dicho o hecho algo indebido, Yo-sama.-menciono con cierta acentuación al nombrarle.- Suéltame primero antes de pedirme cualquier disculpas.

Frunció el entrecejo por sus palabras, relajando un tanto los músculos de su cuello al sentir que soltaba su cabello.- Parece que con los únicos que trato son mas inteligentes y no solo brutos.-se quejo, llevando su mano contraria a la ajena, buscando apartar la ajena en aquella presión que le dejaba la sensación de agujas clavándose cada vez mas y apenas un hilo de sangre que brotaba de las heridas, escuchando las palabras ajenas, casi una risa escapo de sus labios.- Lo que me faltaba…que me cuente que se aburre también.-mascullo entre dientes, buscando soltar su muñeca cada vez mas lastimada de aquel agarre, pero el esfuerzo no fue necesario, pues así de rápido como su mano fue atrapada, termino por ser liberada.-

Apenas si pudo llevar su mirada a la ajena, su cuerpo se había desequilibrado por completo y sus pies trastabillado con algún resto que se encontraba en el revuelto piso, cayendo de lleno a este. Mascullo bajo algo que ni el mismo logró comprender, bastante aturdido por el golpe, ladeo su cabeza hacia unos de los lados apretando con fuerza los ojos y sus brazos se mostraron lánguidos al movimiento impuesto por el contrario, tensándose ligeramente al sentir el peso ajeno.-…buena…o mala?...-susurro apenas pestañeando un tanto, como alguien que despierta de un largo letargo, sumándole a ello la oscuridad del lugar y el verse en un sitio completamente ajeno.-

Su rostro se aparto por inercia al sentir cierta humedad sobre su mejilla y sus ojos, los cuales se manifestaron en un color mas claro, imitando tonalidades azulinas, se quedaron clavados sobre el rostro ajeno, frunció sus labios por las palabras ajenas y crispo sus cejas de repente, terminando por cerrar los ojos con fuerza y soltando un quejido, al sentir como su piel se iba lastimando superficialmente con el áspero suelo y lo que se encontraba a su paso.-…deténgase…por favor.-susurro, sintiendo un leve temblor recorrer su cuerpo de repente, entreabrió sus ojos, notando su propia respiración en el ambiente y su cuerpo atacado por el frío que le causaba aquella presencia completamente ajena a su persona.-

Sus piernas se crisparon, terminando por chocar ligeramente contra el cuerpo ajeno, regresando a su sitio, con apenas las rodillas flexionadas, mientras la mirada aun aturdida del rubio se encargaba de inspeccionar a su alrededor y su cuerpo, busco removerse al sentir el frío en su vientre.- ¿Comportarme?.-le miro con cierto espasmo en su facciones, intentando hacer memoria, mas bien, intentando saber quien era aquel que se encontraba sobre si, trago en seco y sus mejillas se tornaron en un leve carmín al sentir aquellos ir y venir del dedo ajeno sobre su piel, causándole un fugaz cosquilleo.- Deténgase, por favor…me hace cosquillas…-susurro intentando no reír, acción que se vio interrumpida por un quejido, dejo caer su cabeza a un lado y jadeo adolorido.-

¿Q-que hace…? Basta….me lastima.-se quejo, llevando sus ojos para observar el rostro ajeno, esperando se detuviera, intento levantar su espalda del suelo, pero apenas pudo curvar un tanto su espalda, levanto la cabeza para ver sus manos apresadas.-….¿Qué sucede?...-musito, removiendo un tanto sus piernas, esta vez teniendo cuidado de no chocar contra el cuerpo ajeno.-…¿Dónde estoy?...¿Quien es usted?...¿Qué sucede?.-le ataco con preguntas un tanto atropelladas entre si, con un titubeo casi nervioso, mas que por inhibición, como si de un tic se tratara, sintiendo un dolor punzante en su cabeza y el ardor de aquella marca dejada por el mayor en su vientre.-

Se encontraba confundido por la escena, recordaba haber salido de su casa y haberse encaminado a la biblioteca, pero había muchas cosas cotidianas que se mostraban borrosas en su cabeza y que apenas podía tener una lejana noción de lo que estaba pasando, pero aquello lo superaba en asombro, el aroma particular del contrario, esos escalofríos que atacaban su nuca a cada segundo y esos ojos y expresión austera en el contrario le creaban cierta intranquilidad, sumada a aquellas palabras que pudo escuchar superficialmente mientras buscaba despabilarse.-…¿Podría apartarse por favor?.-le pidió con un tono amable, dibujando una pequeña sonrisa un tanto apenada sobre su rostro.-

Descuide.-susurro con una pequeña sonrisa, y movió un tanto su muñeca para disipar esa sensación de presión que le había causado la mano ajena, pero no fue mucho el tiempo que disfruto de aquella libertad, pues sintió nuevamente el agarre, mirándole con algo de duda hacia el rostro del contrario. Su cuerpo se irguió un tanto, quedando sentado, sus rodillas se juntaron y su rostro formulo una expresión de dolor, sintiendo una punzada en aquel lugar de su cabeza que se había golpeado momentos antes, intento llevar una de sus manos hacia allí, pero solo la intención fue formulada, cortada por el peso que hacia el brazo ajeno en la mano que le sostenía, sintiendo aun la sensación del dolor atacar de a momentos su cabeza.-

Su cabeza se hizo un tanto hacia atrás por inercia al notar la cercanía ajena y aquellos ojos carmín que le causaron cierta inquietud y temor, no lograba comprender de que estaba hablando, siquiera se daba cuenta si le conocía realmente y muchas dudas le invadían, dudas que había expuesto pero que no habían sido respondidas por el contrario, mas aun, continuaba diciendo cosas que lo dejaban aun mas aturdido y confundido.- Lo siento, no sé de que me esta hablando, señor.- ¿Criatura particular?¿Interesante?¿Colección? Sus labios se fruncieron un tanto en una mueca de duda y pena por no entender de qué iba todo aquel parloteo ajeno, su piel se erizo un tanto y sintió algo de frío ante la lamida en su mejilla, encogiendo un tanto los hombros.-

Sus manos vacilaron un instante para terminar de apoyar su peso en los hombros del demonio, ladeo un tanto la cabeza y entorno mas sus ojos al sentir el abrazo por parte del mas alto, permitiéndole verle solo de soslayo entre su cabellos.- Aun no me ha dicho quien es usted.-verle de aquella manera le llevo a pensar extrañamente que el joven podría encontrarse afligido por algo y eran esos instante que se molestaba consigo mismo por no recordar lo que había pasado antes, como si algunas escenas hubieran sido suprimidas de su cabeza de repente y sin explicación alguna.- Lo siento, pero no puedo recordar el por qué estoy aquí, sé que viene a la biblioteca de la ciudad…¿Estamos en la biblioteca, verdad?.-

Miro hacia los lados, notando los libreros viejos, seguramente aquella pregunta tendría un si por respuesta, llevo una de sus manos para acariciar el cabello ajeno, buscando de alguna manera ver su rostro entre sus cabellos, logrando apartar apenas algunos mechones y ver sus mejillas, posando su mano sobre esta.- ¿Se encuentra bien? ¿Se ha hecho daño?.-se reclino un tanto hacia atrás buscando aun ver el rostro del pelinegro.-…no sé porque dice que soy peculiar…es decir, quizás…pero usted también lo es.-murmuro bajo, como temiendo que le escuchara decir aquello, mas reprimiendo una pequeña risa y no es que se burlara del contrario, aquellas caricias que el mismo dejaba sobre su cintura le estaban dando un cosquilleo leve en el cuerpo.-

No le haré daño, no podría aprovecharme como usted dice.-le miro apenas con algo de recelo.- es decir…tampoco quiero que me haga daño, aunque no entiendo por que sería.-murmuro con cierto temor infundado en si, el aura ajena le causaba aquella sensación y le oprimía un tanto el pecho, haciéndolo sentir ligeramente sofocado.-…si tan solo pudiera explicarme que sucede, le estaría agradecido.-asintió seguido y con lentitud, esperando por algún tipo de respuesta ajena, llevando sus manos hacia las ajenas, posando las propias sobe estas, riendo una vez mas con suavidad.- Me hace cosquillas.- bajo un tanto su cabeza con las mejillas sonrosadas mientras mordía un tanto sus labios para no reír, escondiendo un tanto el rostro en el pecho ajeno dada la cercanía que mantenía sus cuerpos.-

Su cuerpo no podía evitar estremecerse ligeramente ante cada acción ajena. Aquella risilla que hubiese tentado con escapar de sus labios ante las caricias en su cintura, parecía reemplazarse con unos tímidos quejidos que escapaban de sus labios por las acciones realizadas de aquel demonio. Sus ojos se calvaron en las rojizas orbes del pelinegro, un tenue miedo invadió su ser y su cabeza afirmo automáticamente ante sus palabras “Siempre y cuando te portes bien” aquellas palabras habían dejado un eco en si, aquel lado del rubio, pocas veces si salía a la luz, el menor se destacaba mas por ser huraño, como si aquella esencia demoniaca que se mezclaba en si fuera predominante, y las veces que se mostraba de la manera en la que se encontraba ahora, eran escasos y generalmente se encontraba solo.-

Se comprendía como un mecanismo de autodefensa, que el hibrido había creado inconscientemente, sumado a falta de control sobre sus dos mitades que hacía aun mas propenso al menor a aquellos momentos en los que cambiaba repentinamente. Dibujo una suave sonrisa, como afirmando a sus dichos y tomo algo de impulso con sus piernas, para poder ponerse de pies, como indicaba el mas alto, sintiendo un leve mareo por el golpe anterior en la cabeza. Al sentir una de sus manos libres y siguiendo los pasos del mayor, se encargo de sacudir un tanto sus prendas que habían cogido algo de polvo de aquel desvencijado suelo, sin descuidar palabra alguna de la que decía su compañero.-

Al escuchar aquel “berrinchudo” su ceño se frunció inconscientemente y sintió una leve punzada en su pecho, pestañeo un tanto relajando sus facciones y se sobo apenas en aquel lugar, sin dejar de seguir al más alto. Todo aquello había sucedido antes de su llegada, aquello que no podía recordar con claridad, había un tramo desde su estadía en la biblioteca y el encontrarse en el suelo, que se había borrado de su mente.- Alguno de los empleados le ha tratado con descortesía? A veces pueden ser algo groseros, pero es porque están muy atareados.-comento, como intentando excusar cualquier posible falta de los empleados de aquella biblioteca, cuales pasaban muchas horas y llegaban a sentirse frustrados, o al menos eso podía apreciar el joven cuando iba a aquel lugar.-

Presto mas atención a las palabras del demonio y observo donde quedaba reposada su mano, sus dedos inertes apenas su hacían una ligera presión por el peso de los mismos sobre aquella zona. ¿Un masaje? Era aquello lo que deseaba esa persona, si bien el tono resultaba algo altanero y algo déspota, el rubio solo dibujo una pequeña sonrisa en sus labios, recargando su mano libre en el otro hombro del pelinegro, corriendo algunos mechones de su cabello en el trayecto.- Muy bien, encantado de ayudarle.-sintió suave con la cabeza, moviendo apenas sus cabellos en la acción, una sonrisa amena, encantadora y muy dulce, que se quedo en sus labios, mientras sus manos comenzaban a moverse, aunque sin mucha confianza, con suavidad.-

Nunca antes he realizado masajes.-comento con un tono suave, mientras sus dedos se deslizaban por encima de los hombros, haciendo pequeñas presiones, como si buscaran los puntos contracturados en aquellos músculos y a su vez, dejando una pequeña caricia al pasar, llegando a la nuca del mayor, donde levanto el cabello cual reposaba sobre la piel de sus manos, mientras continuaba con el masaje.- Por favor, indíqueme si en algún momento llego a hacerle mal o le causa cosquillas.-una pequeña risilla escapo de sus labios. Comenzó a descender con sus palmas, haciendo presión a los lados de la columna, llegando hasta donde el respaldo del sillón le permitía, para volver a subir y dirigirse a los hombros, donde le había indicado se encontraba el dolor principal.

Se dedico a aquel sector, en todo el largo de sus hombros, cayendo leve a sus brazos para regresar a su lugar. Sus ojos estaban atentos a espiar cualquier posible reacción que le indicara que le estaba doliendo, así como atento a cualquier quejido que escapara de sus labios.- Y…emmm?...-musito quedo, ladeando la mirada hacia un lado, como pensando si era bueno insistir en preguntar en aquel momento.- ¿Podría…decirme, su nombre?.-pregunto primeramente, y es que no recordaba si se había presentado el mas alto, tampoco recordaba haberlo hecho.- Siento si soy repetitivo, es que, tengo una ligera laguna mental.-comento, formulando un gesto apenado en su rostro, mientras sus manos se detenían sobre sus hombros, expectantes a si debían o no continuar con aquel masaje.-

Sus dedos continuaban repasando los hombros ajenos, sus brazos y su espalda, buscando desatar algunos nudos que se formaban bajo estos en su recorrido. Nunca había hecho masajes antes, por lo cual intentaba hacer la menor presión posible, por si con eso llegaba a incomodar a Yo, si aquel era el nombre que recibía en esos momentos y lo dejo escapar de sus labios con un suave tono de voz, como si con aquello lograra grabar en su cabeza ese nombre.- Un gusto, Yo-san.-Asintió apenas con la cabeza mientras sus manos iban perdiendo el movimiento y se quedaban reposaban. Su atención en sus palabras y lo que estas representaban, termino por llevar su mano libre, cubriendo sus labios con algo de culpa por remover esos malos momentos en la mente del mayor.-Lo siento, no quería hacer que recordará aquello...lo siento mucho.-Concluyo con un susurro, removiendo apenas sus dedos por la sensación que le causaba los cálidos labios ajenos sobre su piel y el cosquilleo que se perpetuaba con la estela que dejaban al vibrar sobre su piel al hablar.-

Una pequeña sonrisa se formulo sobre sus labios "Gentil" era una palabra que le gustaba, más cuando era utilizada para consigo. Siempre se esforzaba por contentar a los demás, pero por alguna razón, siempre terminaban alejándose de él y eso lo desconcertaba y hacía perdiera el interes por relacionarse con otros, si al final, iba a acabar como siempre. Sus pies avanzaron con un andar lento, hasta refrenarse frente al cuerpo contrario. Sus ojos bajaron hacía el rostro de este, y se quedo prendado un instante en aquellos curiosos ojos que había llamado su atención al momento de verle. Trastabillo un tanto, y sus manos quedaron levantadas, una mirada perpleja sobre sus facciones y un leve rubor que adornaba sus mejillas ante la acción del pelinegro.- E-eh...es usted...muy amable de decir eso...-Susurro, dejando una sonrisa amable sobre sus labios, pero aun con esa mirada sorprendida por el modo que le abrazaba el mayo.-

Tal vez, esa persona no ha tenido un buen día, tampoco.-Comento, de manera pensativa, aunque no era una excusa para tratar mal a alguien. Se silencio al escucharle hablar nuevamente y hasta se contento con eso.-Gracias...-Sus pies volvieron a avanzar, y con un gesto apenado, se acomodo de manera que no le hiciera mucho peso en la pierna al contrario y la duda le invadió nuevamente ¿Qué preguntar? ¿Qué contar? Y aquello se quedo dando vueltas en su cabeza, mientras sus hombros se encogían levemente ante el roce de aquellos labios y el chocar de su aliento. Llevo sus manos para frotar por inercia sus mejillas al sentirlas tan cálidas y echándose apenas hacía atrás, se quedo mirandole.- No sé bien que contarle de mi, en realidad. Nunca he sido bueno para eso, es que...no tengo muy buena memoria.-Soltó una pequeña risa, pues era en parte cierto aquello. Tal vez se debía a su condición y ese descontrol sobre las dos mitades, pero su lado ángelical no poseía conciencia sobre su otra mitad, aunque esta si la tuviera sobre su contraparte de luz, podía decirse que esta mantenía todos los recuerdos, buenos y malos.-

Levanto sus manos, negado con estas de manera seguida ante sus ultimas palabras.- No, que pena, es decir...llevar a un extraño a su casa ¿Le parece bien?.-Le miro con cierta duda en sus pupilas.- Creo que sería muy invasivo de mi parte...además, no le conozco bien y bueno...-Bajo sus manos, reposandolas en sus piernas, pensando como continuar la frase sin sonar de alguna manera descortés con el joven que se había comportado consigo de manera muy amable.- No quiero decir que sea malo...pero, me da algo de pena.-Asintió suave con la cabeza, no podía evitar ser de alguna manera desconfiado aunque el impulso por creer en los demás le albergara la mayor parte del tiempo, también ese mismo sentimiento de vacío que quedaba en su interior con las personas que solo se alejaban de un momento a otro, era el que le impulsaba a actuar con mayor cautela.- Es tarde también, seguramente tiene cosas que hacer, así que creo que será mejor que bueno, charlemos un momento aquí, hasta que nos echen de la biblioteca.-Asintió suave con la cabeza y regreso la vista hacia el rostro contrario.-

Tal vez se viera por demás desconfiado, y sabía que eso podía ser motivo para causar un malestar en la otra persona, pero por el momento lo prefería de aquella manera, aunque con sonrisas y palabras amables parecía embelesarlo, era imposible ignorar ese aura un tanto densa que rodeaba al contrario y el ligero dolor de pecho que le atacaba por momentos, como un regaño.- Así nos podremos conocer más y ya no seríamos tan extraños el uno para el otro, le parece bien Yo-san? Lo siento mucho, no quiero ser descortés ante su propuesta, pero tampoco quiero ser aprovechado con su hospitalidad.